Nadia brindó ayuda de manera desinteresada para mejorar la vida de un niño y su madre, ambos afectados por una rara enfermedad. Organizó una campaña para dar a conocer el talento musical del niño, lo que resultó en un aumento significativo en el número de personas que lo conocieron.
Gracias a esta campaña, se logró recolectar una gran cantidad de dinero para apoyar a la familia en su lucha contra la enfermedad y mejorar su calidad de vida. Este gesto no solo fue una ayuda económica, sino que también demostró cómo el poder de la comunidad puede marcar una diferencia tangible en la vida de quienes más lo necesitan.